sábado, 18 de julio de 2009

Elogio del cassette


Parecen tan lejanos... y hace apenas unos años estos cajitas de plástico eran nuestra fuente de solaz y distracción. Lo bueno del cassette creo yo, es que se podía ver su interior... ver como la cinta giraba, se enroscaba como una serpiente, vivía, era un ser casi mágico y uno podía examinar sus entrañas, consistentes en esas cintas magnéticas que con cada pasada, se desgastaban más y aumentaba ese siseo de fondo y uno escuchaba música como adentro de un auto que va pasando por una tormenta de viento.

Shhhhhhhhhhhhh... No digan nada pero todavía guardo en una caja unos cuantos cassettes que formaron parte de mi juventud... Me imagino que estarán un poco resentidos ahí adentro, mascullando su bronca, como esos abuelos que ya nadie hace caso pero cuya sabiduría podría iluminar a más de un botarate. Algunos deben estar tan usados que apenas si se deben escuchar. Porque en su mayoría son o fueron discos vírgenes grabados una y otra vez, música capturada en la radio, en la casa de un amigo, o algún que otro ensayo musical cuando uno todavía soñaba con formar una banda, con ser famoso y firmar autógrafos. Hoy me puse a escuchar uno de esos decrépitos cassettes... ¿y que creen? por un momento tuve 15 años, todo estaba ahí, todo lo que fui. A pesar de los años me di cuenta de que todavía conservo ciertos gustos, tendencias, ideas, sueños... amores... Uno cree que crece, pero no es así, nos transformamos por fuera nomás, podemos aprender otras cosas, eso es seguro, pero nunca vamos a dejar de ser a aquel chico que escuchaba Guns N' Roses en el radio grabador Sanyo de papá. Nunca. Dicen que cuando nos convertimos en mayores, el niño que fuimos desaparece para siempre. Eso dicen los que no saben buscar. Ese niño, joven, muchacho, existe, en nuestro corazón, en nuestra mente... y dentro de un olvidado cassette de 60 minutos que nos aguarda, como el primer día, con las entrañas a flor de piel...


RIO REVUELTO (Frecuencia Rio 100.9)'s Fan Box